El papel principal de este servicio es ralentizar el deterioro y mantenimiento cognitivo de personas con problemas asociados a la edad, deterioro cognitivo o demencias, donde se trabaja con el objetivo de mantener las capacidades conservadas del paciente o intervenir en la medida lo posible con un correcto seguimiento personalizado.
Nos encargamos de realizar una intervención con un conjunto de técnicas y estrategias a través de un programa de psicoestimulación cognitiva cuyo fin es mejorar el funcionamiento de las capacidades cognitivas como son la percepción, praxias, orientación espacio-temporal, lenguaje, atención, memoria, razonamiento y funciones ejecutivas.
Con estas sesiones se produce un cambio en la plasticidad de nuestro cerebro ayudando a mantener la memoria y otras funciones cognitivas de la declinación propia del envejecimiento.